Institucional
Misión y Visión
Estatutos y reglamentos
Estatuto
La SNU se rige según el estatuto de la Sociedad Uruguaya de Biociencias.
Código de Conducta
La SNU se adhiere a los códigos de conducta de la Sociedad Uruguaya de Biociencias (SUB) y de la Federación de Sociedades de Neurociencia de Latinoamérica y el Caribe (FALAN).
La SNU es una de las 211 organizaciones adherentes a la declaración de la red ALBA sobre equidad e inclusión. Esta red de investigadores e investigadoras en neurociencias tiene por objetivo:
- Promover las mejores prácticas para contrarrestar sesgos
- Reconocer contribuciones sobresalientes a la ciencia y la diversidad
- Brindar oportunidades de creación de redes y tutoría para promover carreras para miembros de grupos subrepresentados.
Nuestra sociedad se encuentra trabajando en dirección a éstos objetivos, actualmente una de nuestras acciones es impulsar la construcción de un código de conducta para la comunidad científica uruguaya.
Autoridades
La actual Comisión Directiva de la Sociedad de Neurociencias del Uruguay comenzó a funcionar en julio de 2023 y se encuentra integrada por investigadores activos en Neurociencias en distintos niveles de sus carreras e insertos en distintas instituciones uruguayas.
Comisión Directiva
Dr. Flavio Zolessi
Profesor Agregado, Biología Celular, Facultad de Ciencias, Universidad de la República
Dra. Nathalia Vitureira
Profesora Adjunta, Departamento de Fisiología, Facultad de Medicina, Universidad de la República
Dra. Daniella Agrati
Profesora Adjunta, Sección Fisiología y Nutrición, Facultad de Ciencias, Universidad de la República
Dra. Marcela Alsina
Asistente, Departamento de Fisiología, Facultad de Medicina, Universidad de la República
Mag. Antonella Arrieta
Ayudante, Laboratorio de Neurociencias, Facultad de Ciencias, Universidad de la República
Dr. Gonzalo Budelli
Profesor Adjunto, Departamento de Biofísica, Facultad de Medicina, Universidad de la República
Dra. María José Ferreiro
Profesora Adjunta de Investigación, Departamento de Neurofarmacología Experimental, Instituto de Investigaciones Biológicas Clemente Estable
Dr. Ernesto Miquel
Asistente, Departamento de Histología y Embriología, Facultad de Medicina, Universidad de la República
Dr. Juan Carlos Rosillo
Laboratorio de Neurobiología Comparada, Instituto de Investigaciones Biológicas Clemente Estable.
Departamento de Histología y Embriología, Facultad de Medicina, Universidad de la República
Historia
Tomando como referencia estos comienzos médico-clínicos, se puede considerar al encuentro de Clemente Estable con Santiago Ramón y Cajal en el laboratorio de este último en Madrid (1924) y el regreso de Estable, como el verdadero comienzo de la Neurociencia en este país. Clemente Estable funda el Instituto de Investigaciones Biológicas que hoy lleva su nombre (IIBCE) amalgamando a su alrededor a un grupo de jóvenes, algunos médicos clínicos y otros que luego dedicarían su vida a la Neurociencia Básica. La Neurociencia Básica estuvo representada en el IIBCE por A. Vaz Ferreira quien fuera sucedido por J.P. Segundo (poco después profesor en la Universidad de California), C. Galeano (más tarde en Canadá) y J.P. Arias. Entre los clínicos más destacados están, J.B. Gomensoro (neurólogo) y particularmente R. Arana-Iñíguez (neurocirujano) quién más tarde dirigiera la época de oro del Instituto de Neurología en el Hospital de Clínicas de la Facultad de Medicina. La labor neuroanatómica, principal rama iniciada por Estable tanto tiempo atrás, aún continúa su desarrollo en el IIBCE, agregándose después un grupo neurofisiológico. Posteriormente se constituye la Neuroquímica que actualmente está allí representada por dos grupos de investigación.
El Departamento de Fisiología de la Facultad de Medicina, cuyo Profesor-Director entonces era D.B. Bennatti, recibe a finales de los años cuarenta e inicio de los cincuenta, a varios distinguidos profesores invitados. Desde Bélgica l legan el Profesor Heymans (ya premio Nobel) y el Profesor Bacq, además de un brillante chileno discípulo de Cannon, el Profesor J. V. Luco. Este fue el punto de partida en el área de la Neurofisiología y otras disciplinas fisiológicas para un grupo de jóvenes médicos uruguayos. Entre ellos, E. Migliaro, E. García-Austt y J.P. Segundo organizaron el laboratorio de Neurofisiología y comenzaron los trabajos de investigación; aparecieron entonces las primeras publicaciones y se agregaron, poco a poco, numerosos colaboradores. En 1957, R. Arana-Iñíguez sucede a A. Schroeder al ser nombrado Profesor-Director del Instituto de Neurología de la Facultad de Medicina. Se inicia así un período cumbre en las investigaciones en Neurociencia. Un mismo Instituto liderado por un médico clínico relevante, (con formación en el extranjero, con Bailey en aspectos clínicos y también en investigación básica en el Brain Research Institute de la Universidad de California, junto a J.P. Segundo, J. French, R. Naquet, R. Hernández-Peón) logra aunar el cultivo de distintas disciplinas básicas con disciplinas y técnicas clínicas en el espacio y en el tiempo. Allí, E. García-Austt juega un papel relevante en la sección de Neurología Experimental, formando un grupo de investigadores y logrando diversas financiaciones internacionales para nuestros proyectos. También en esa época, M.A. Rebollo lidera un grupo de Neurohistología.
Finaliza la convulsionada década de los años 60 y se produce la diáspora de 1973.
Mientras que la Neurociencia queda reducida a una “mínima expresión” en el país, parte en el IIBCE y parte en la Facultad de Medicina, E. García-Austt, entonces emigrado a Madrid, devuelve a España lo que nos legara Ramón y Cajal formando a Estable en los años 20; García-Austt co-funda la Sociedad Española de Neurociencia en 1985 dando un importante impulso a esta disciplina y genera un activo grupo de investigación en Madrid. Aquella “mínima expresión” (de investigadores, de laboratorios y de financiamientos) a que fue reducida la Neurociencia en Uruguay durante el oscuro período militar fue también, en forma indudable, la base para la reconstrucción de esta ciencia mediados de los años 80.
En 1985, ya en democracia nuevamente, aquellos laboratorios reducidos a embriones comenzaron a crecer localmente recibiendo, además, investigadores que regresaban al país esto derivó a la creacción formal de la Sociedad de Neurociencias del Uruguay (SNU) en 1994. Desde ese entonces la sociedad se ha mantenido activa y en continuo crecimiento.
En 2014 la SNU adquiere su identidad gráfica realizada por uno de sus socios activos, Dr. Leonel Gómez. “El dibujo de Torres García “América invertida” de 1943 subvierte la noción convencional no ingenua y simbólicamente cargada de que el norte está arriba, con todo lo que connota en tanto relaciones de órden y de valor. Torres lo hizo reivindicando una escuela plástica y estética del sur orgullosa y autónoma de los imperativos con intención hegemónica del norte. En ciencia, y en neurociencias en particular, es también importante reivindicar nuestra perspectiva y nuestro lugar dentro de un sistema fuertemente dominado por el norte. Esa américa invertida, con su forma triangular evoca la forma de las neuronas piramidales y, por lo tanto juega bien con la neurona esquemáticamente representada en el logo y cuyo soma se ubica donde estaría el Uruguay en el mapa torresgarciano. También juegan en la construcción del logo otras superposiciones y contrapuntos como la de una imágen artística de trazo libre y la del esquema geométrico de la neurona. En la versión original del logo, el “núcleo” de la neurona como un punto rojo, también busca un contrapunto cromático con los negros y grises de los demás elementos.”
Autoridades anteriores
Recientemente, en 2021, la SNU decide renovarse y lo hace a través del desarrollo de una nueva página web y la aparición en redes sociales con el objetivo de llegar a sus socios y a toda la comunidad local e internacional. Parte del cambio se refleja en la adaptación del logo realizada por Ernesto Miquel, socio y miembro de la Directiva actual. La adaptación busca respetar el espíritu inicial llevándolo a una estética más actual.