La Sociedad de Neurociencias del Uruguay (SNU) observa con gran preocupación la situación de nuestros colegas de la comunidad neurocientífica de Argentina, frente a la puesta en práctica por parte del gobierno de medidas que amenazan con destruir el riquísimo patrimonio científico acumulado a lo largo de décadas.
En la historia moderna de nuestro continente latinoamericano, Argentina ha representado siempre un ejemplo a seguir, contribuyendo a la ciencia con destacados investigadores pioneros, entre los cuales se encuentran tres ganadores del premio Nobel (1947, 1970 y 1984), con la creación y el mantenimiento de uno de los mejores sistemas de apoyo y desarrollo de la ciencia del mundo, el CONICET (1958), hasta llegar a formar y consolidar la plétora de investigadores de primer nivel y gran impacto internacional que existen hoy en día distribuidos en todo el territorio del país. Entre todas las áreas representadas en la ciencia argentina, la neurociencia ocupa un lugar destacado, caracterizado no solo por la excelencia de sus grupos de investigación, sino también por un continuo espíritu de colaboración e integración regional e internacional.
Hoy, medidas como el congelamiento (en pesos argentinos) del presupuesto del CONICET y de todas las universidades públicas a los montos de 2023, la suspensión o retrasos en la asignación de fondos de proyectos de investigación en marcha, el despido de numerosos funcionarios administrativos del CONICET y el incumplimiento en el otorgamiento de becas a estudiantes de posgrado ya aprobadas, representan un ataque directo a toda esta historia y a cualquier posibilidad de desarrollo futuro de Argentina.
La formación de un sistema de investigadores de alto nivel como el actual no es ni fortuita ni rápida, su consolidación requirió décadas de esfuerzo, tanto en inversión económica como de recursos humanos. Detener este sistema pujante tendrá consecuencias severas en el sistema científico argentino, generando un retraso irreversible en su desarrollo y, por consiguiente, en el desarrollo del país.
En este contexto, expresamos nuestra solidaridad y enfático apoyo a toda la comunidad de neurociencias argentina, representada por nuestra sociedad hermana, la Sociedad Argentina de Investigación en Neurociencias (SAN).
Comisión Directiva
Sociedad de Neurociencias del Uruguay